Es tanta la incertidumbre que se vive constantemente,
donde, principalmente, las parejas vienen siendo víctimas de sufrir de
maltratos físicos o psicológicos, además de engaños e infidelidad, que, dicho
sea de paso, se origina la ruptura o el
fin de un compromiso, por lo que es resultante acudir a un centro espiritual a
poner en práctica diferentes tipos de trabajos rituales.
Actualmente, el 90% de la comunidad, tienen un enorme
fervor por estos sitios, asistiendo, en demasía, con la necesidad de tener, a
través del chaman, un acercamiento con los conjuros, confiando, de tal modo, en
su efectividad como en la capacidad del mismo, para lo cual genera totalmente
un beneficio a si mismo.
Por ello, rituales como amarres de amor, amarres de parejas,
además de los amorosos y sexuales, son muy solicitados teniendo, en ese
sentido, una ayuda espiritual y la posibilidad de buscar, mediante ello, la
tranquilidad y mejoría, tanto sentimental como personal, además, de
garantizar, la felicidad y el éxito
continúo.
Así mismo, hay que precisar que, en estos casos, el
curandero o chaman cumplen un papel muy fundamental debido a que se manifiesta
del poder que ostenta, logrando, en ese aspecto, a curar cualquier tipo de mal
o enfermedad, del mismo modo, de problemas o situaciones que se suscitan en la
vida diaria.
Entre los materiales a necesitar para poner en práctica es
de, básicamente, tener a la mano una variedad de materiales, donde, dicho sea
de paso, es común ver en los centros espirituales como claveles, rosas
rojas, inciensos, velas, cigarrillos,
perfume, fotografía personal, prenda de vestir, entre otros, el cual ira
modificando de acuerdo al pedido del curandero en cada sesión respectiva.
¿Ocasiona un riesgo
experimentar los amarres?
Es un punto a tomar en cuenta, donde, indudablemente, todo
conjuro resulta totalmente un riesgo, debido a las consecuencias que puede
generar, en ese sentido, es importante y recomendable hacerlo con demasiado
cuidado, evitando, de tal forma, cualquier hechizo maligno que afecte en la persona.
Por: Michael Monzon
No hay comentarios:
Publicar un comentario